Investigación especial en capítulos escrita por: Samantha Rivera
En esta nueva edición de Espectro Mundial presentamos una colaboración de Samantha Rivera, estudiante de Relaciones Internacionales del Tec de Monterrey Campus Ciudad de México, en la que comprenderemos el papel fundamental de corrientes ideológicas en la gestación de movimientos artísticos. Es decir, en este primer capítulo se tiene como finalidad exponer la influencia del Posmodernismo en el arte contemporáneo.
La transición al siglo XX trajo consigo cambios en las esferas económica, política social, y cultural; así mismo, esta etapa significó una modernización el pensamiento y la concepción de la realidad, el entorno y el mundo. Uno de los cambios más notorios fue el de las corrientes culturales; primero sobrevino el modernismo y más adelante, el Posmodernismo.
Con el propósito de comprender el tema central, se aborda una sección para entender conceptos, definiciones y diferencias del modernismo y Posmodernismo. Por otro lado, se retoma un poco del contexto histórico de esta última corriente, así como algunas características generales de la misma. Del mismo modo, se habla sobre la influencia de este periodo en las artes, sobre algunos de los artistas más populares, así como la trascendencia del arte posmoderno.
Por un lado, el Modernismo es una “corriente cultural y estética que surge en contestación a la modernidad” (Pesce, s.f.), y corresponde a una etapa de cambios y progreso en diversas sociedades a finales del siglo XIX. De este modo, el Modernismo rechazaba la cotidianeidad y aspiraba a una utopía de sociedad ideal; es decir, se caracterizó por criticar a los pensamientos tradicionalistas que trataban de explicar el mundo y se enfocaban en la sociedad. Cabe añadir que, en el ámbito artístico, el Modernismo se dio a conocer por los movimientos vanguardistas, debido a las nuevas técnicas aplicadas a la pintura, escultura, arquitectura, las artes gráficas, diseño urbano, etc.
Por otro lado, el Posmodernismo refiere a un momento de transición de lo tradicional a la nueva modernidad. A partir de este momento se comienzan a rediseñar el pensamiento sobre el mundo como lo conocemos ahora, pues hay una crítica a lo moderno, al capitalismo, lo absurdo, lo efímero de las cosas, la sociedad consumista, el individualismo, y el desencanto de la sociedad, entre otros. En este mismo periodo comienza a haber presencia de la tecnología y la globalización; en pocas palabras es un periodo en el que se vislumbran los cambios culturales, políticos y económicos en las sociedades occidentales.
Podríamos decir que el Posmodernismo constituiría una edad de la cultura que se correspondería con la sociedad posindustrial o capitalismo tardío, la era de la tecnología, implicando la automatización y la cibernética.
[…]
Como contrapartida a la modernidad, la posmodernidad sería la resultante del desencanto, ya que los ideales de las grandes filosofías: iluminismo, positivismo, marxismo no se cumplieron, aún considerando que dichos ideales se tomaban como universalistas. […] Es la muerte de las ideologías en el sistema rígido de ideas, que, dirigidos a futuro, prometen emancipar a la humanidad (Pesce, s.f.)
Retomando lo anterior, conviene mencionar el contexto histórico detrás del Posmodernismo, el cual abarca la segunda mitad del siglo XX. El origen de este periodo se puede entender desde diversas perspectivas; sin embargo, me enfocaré en el periodo histórico, el proceso cultural-filosófico y el movimiento artístico.
En el ámbito histórico, el Posmodernismo se concibe una vez concluida la Guerra Fría y con la caída del muro de Berlín en 1989. Estos hechos marcaron el fin de una era para el orden mundial, la cual trajo consigo ideologías que formularon el pensamiento de esa época. A pesar de ello, su fin significó el inicio de un nuevo paradigma con la llegada de la globalización, la interculturalidad y los cambios políticos globales.
Por otro lado, en el ámbito cultural, el Posmodernismo se vuelve popular en los años 60’s, debido a la aparición de diversos pensadores (filósofos, sociólogos, antropólogos, etc.). Entre ellos destaca Friederich Nietzsche, Heisenberg, Vattimo, Habermas, Durkheim, Foucault, Giles Lipovetsky, entre otros. Cada uno de estos pensadores aportó nuevos paradigmas (funcionalismo, constructivismo, estructuralismo, etc.) para analizar, entender y explicar los fenómenos sociales contemporáneos tales como el individualismo, la moda, el consumismo, comunicación, etc.
La sociedad posmoderna es aquella en la que reina la indiferencia de masas, donde predomina el sentimiento de reiteración y estancamiento, en que la autonomía privada no se discute, donde lo nuevo se acoge como antiguo, donde se banaliza la innovación, en la que el futuro no se asimila ya a un proceso ineluctable. La sociedad moderna era conquistadora, creía en el futuro, en la ciencia y en la técnica, se instituyó como ruptura de jerarquías de la sangre y la soberanía sagrada, con las tradiciones y los particularismos en nombre de lo universal, de la razón, de la evolución. Esa época se está disipando a ojos vistas. (Lipovetsky en Pesce, s.f.)
Como movimiento artístico, el Posmodernismo comienza a tener cabida en los años 50’s, aunque alcanza mayor popularidad entre los años 70 y 80. Una de sus principales características es que retoma conceptos, detalles, técnicas, de otros movimientos, pero con un enfoque más actualizado. Como argumentaría François Lyotard, “La postmodernidad se puede asumir como la promesa del retorno, la reinvención y la reaparición triunfal de una nueva modernidad imbuida de todo su antiguo poder” (en Sarriugarte, s.f.). Este tipo de expresiones surgen en la arquitectura, las artes plásticas, el cine, e incluso en la literatura; aunque, la arquitectura es en la que se da el mayor auge.
Con base en lo anterior, la arquitectura posmoderna se desarrolla en lo setentas y sus supuestos van en contra del Movimiento Moderno, recuperando así los principios de las órdenes clásicas, pero con un toque actual urbano. En este sentido, su intención es crear un arte que represente el mundo actual. Del mismo modo, muchos de los arquitectos posmodernos defendían conceptos como la ironía, complejidad, y la variedad en estilos. Entre los más destacados se encuentran: Michael Graves, Robert Ventura, Charles W. Moore y Aldo Rossi.
Este edificio fue realizado por Michael Graves entre 1980 y 1982. Es considerado el primer monumento real del Posmodernismo.
Por otro lado, en las artes visuales el pop art presenta características de la posmodernidad. Entre las bases de este estilo es “la apropiación de objetos comunes de la cultura urbana, existió una asociación a la cultura de masas y de reproducción técnica que se dio en el siglo pasado con la incorporación de los medios y la tecnología” (Garza, 2012).
Uno de los máximos representantes del pop art fue Andy Warhol, artista plástico estadounidense. Sus trabajos son famosos por el uso de la serigrafía en rostros famosos como los de Marilyn Monroe, Elvis Presley. Así mismo, realizó obras en donde utilizaba imágenes de productos de uso cotidiano reflejando el consumismo de la sociedad.
Latas de Sopa Campbell’s es una de sus obras. Fue elaborada el 1983 y representa 32 lienzos, con los distintos sabores de lata de Sopa Campbell en cada uno. Esta obra actualmente está en el Museo de Arte Moderno y trata de reflejar el consumismo en una sociedad capitalista. Esto está muy relacionado a lo que comentó Frederic Jameson, quien dice que “la posmodernidad sería más bien el reflejo y la parte concomitante de una transformación sistemática más del propio capitalismo” (Jameson en Sarriugarte, s.f.) .
Otro aspecto relevante que es pertinente mencionar es la presencia del arte feminista como parte de la trascendencia en el arte posmoderno. En este sentido, la liberación o florecimiento del cuerpo como arte en países como Estados Unidos, Inglaterra, Italia, Francia y España tuvo influencia en seguidoras feministas. Linda Nochlin, historiadora de arte feminista, publicó el artículo ¿Por qué no ha habido grandes mujeres artistas?, el cual es considerado un texto fundacional en la historia del arte feminista. Esta historiadora se inclinó a este movimiento debido al movimiento de mujeres en 1960 (Garb, 2017).
Como hemos visto, el Posmodernismo fue un periodo que abarcó diversos ámbitos. Como momento histórico, marcó el inicio de una nueva ideología en el orden mundial; como momento cultural, se reformularon los paradigmas para entender los fenómenos sociales; y como movimiento artístico “innovó” la forma de representar el arte. En este sentido, el Posmodernismo reutilizó las técnicas estéticas modernistas sin dejarlas en el olvido; no obstante; así mismo, la cual expresó una crítica hacia los supuestos de la modernidad a través de la arquitectura, el cine, los medios de comunicación, la pintura, el cine, etc. Por otro lado, entre los aspectos que resaltan de este periodo fue la transición de lo moderno a lo posmoderno y la influencia de ello en temas como el feminismo, la cual también critica la sociedad machista y anticuada.
Habiendo dicho lo anterior, este capítulo concluye que el Posmodernismo fue una etapa histórica y cultural que influyó en la manera de pensar y representar la realidad y el mundo. De este modo, el arte fue una de los canales de expresión del contexto que envolvía a las sociedades occidentales; en este sentido, nos podemos dar cuenta del impacto que tiene el contexto sociocultural en la gestación de un movimiento artístico que más adelante influiría en otras corrientes de pensamiento posmoderno.
Te invitamos a estar pendiente de la siguiente edición sobre La influencia del Posmodernismo en el arte que será publicada la próxima semana en Espectro Mundial.
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