Escrito por: Adriana Alejandra Alarcón Barajas
Es claro que una de las razones de la inestabilidad política del Reino Unido es el posible fallo de su Constitución al ser no escrita debido a que, en el aspecto jurídico, al basar sus leyes en costumbres, no existen fundamentos explícitos sino implícitos y es libre a la interpretación. Dicho esto, no se había presentado una situación que pusiera en duda a su Constitución con una posible crisis constitucional. No fue hasta el 23 de junio de 2016, cuando el Reino Unido tomó una de las decisiones más importantes de su historia: abandonar la Unión Europea. Esto ha tenido demasiadas repercusiones y en especial el levantar una gran incertidumbre al no poder llegar a un acuerdo de salida con la Cámara de los Comunes.
Lo último se refleja en la indecisión política y un equilibrio de poder no existe, como bien lo establece Karl Polanyi, por ende, no existe un equilibrio de paz como factor económico, que también ayuda a explicar la inestabilidad económica que se presentará cuando se concrete su salida. Empero, la cuestión fundamental es que en el referéndum del 2016, el gobierno británico decidió regresarle la soberanía al pueblo, por lo cual ahora en estos términos genera una discusión sobre la salida y las decisiones, no sólo en cuestiones del Parlamento, sino también a nivel del sistema internacional y que ha provocado el enaltecimiento de sentimientos separatistas tanto en Escocia como en Irlanda del Norte, el primero con una posible independencia, mientras que el segundo se ve amenazado por la posible construcción de un muro entre éste y la República de Irlanda.
El problema reside en la idea absoluta de soberanía, entendida en un concepto del cristianismo en el cual Dios es soberano absoluto, por lo que se considera a la soberanía como absoluta. Sin embargo, la verdadera soberanía intenta romper con el concepto del Estado como absoluto porque éste tiene límites en esta condición, e intereses de otros actores. Y la soberanía según Jellinek se denomina relación psicológica, se hace más flexible y hay más espacio de interpretación. Asimismo, las cláusulas 49 y 50 del Tratado de Lisboa fueron creadas para nunca ser usadas, por lo que se entra en una gran ambigüedad legal.
Lo anterior sirve como precedente para explicar la fragilidad del sistema británico y lo que puede provocar. Por lo tanto, una de las mayores inseguridades de Irlanda del Norte comienza con la posibilidad de la construcción de un muro y que se conviertan en ciudadanos de segunda clase.
Por esta situación surge el siguiente cuestionamiento: ¿Qué implicaría si, con respecto al backstop en Irlanda del Norte, no se pudiera llegar a un acuerdo y se construyese el muro?
Respecto al primer punto, se ha intentado llegar a un acuerdo propuesto por Theresa May junto con Bruselas, para evitar una frontera física; sin embargo, dicha cuestión implica que Irlanda del Norte permanezca bajo el reglamento de mercado único de la Unión Europea si no se llega a encontrar otra solución al final del período de transición en diciembre de 2020, y esto es un acuerdo que no avala la Cámara de los Comunes. No obstante, Reino Unido se encuentra en un gran dilema por la posible separación de ambas Irlanda, los beneficios comerciales donde compartían un mercado común y una unión aduanera, además de gozar del libre tránsito sin ningún control, esto logrado por el Acuerdo Schengen.
Ahora, si se sigue el Principio de Pareto 80/20, posiblemente se puede entender el impacto que tiene éste en la decisión de Theresa May del backstop. Por un lado, ella representando a la élite, que se mueve en función de sus intereses, mientras que Irlanda del Norte es entendida como la clase inferior y sometida e impulsada por el sentimiento. Es claro que el 80% de Irlanda del Norte es creada por el 20% que representa el resto del Reino Unido. De esta manera, para alcanzar sus objetivos, la élite fomenta el sentimiento social dentro de los subordinados. Asimismo, es importante crear una prospectiva para pensar en las consecuencias del rompimiento de este acuerdo con el posible regreso de movimientos violentos o separatistas.
No obstante, algo que los británicos no están contemplando es la posibilidad de que, si no hay un acuerdo de salida, y no evocan el artículo 50° del Tratado de Lisboa para pedir un aplazamiento, puede el Consejo Europeo, si vota por unanimidad, pueda sacar al Reino Unido sin ningún acuerdo. Pero sería contraproducente, aunque la Unión Europea diga que no quiere intervenir en las negociaciones.
La perspectiva irlandesa se sustenta en el pensamiento de Stephen D. Krasner sobre maximizar su utilidad económica agregada y alcanzar sus intereses, alcanzándolo a través de la apertura al comercio libre. Contra la perspectiva británica desde el pensamiento neorrealista de Kenneth N. Waltz, quien considera que las acciones que conllevaron al BREXIT fueron las adecuadas debido a que la institución, que en este caso es la Unión Europea, no representa el interés nacional del Reino Unido, y por ende, este último es altamente racional y lleva a la estabilidad. Lo anterior, porque las instituciones no deben influir debido a que mantiene la noción de anarquía por reglas heredadas y la cooperación que se está dando con Bruselas es claramente sólo por conveniencia.
Las raíces de las interacciones se encuentran en la anarquía del sistema, el cual está disperso, hay reglas que determinan ciertos estándares de los Estados, hay otra dimensión de decisiones que son de jerarquías por subsistemas (regionales, comerciales) que limitan sus capacidades por la existencia de esa hegemonía. (Waltz, 1988, p.618) Además, Waltz, considera que los líderes impulsan los intereses del Estado, y este interés es del líder. En este caso. Theresa May puede definir en términos de capacidad de influencia. Pero al no ser respaldada por la Cámara de los Comunes le es casi imposible tener poder e influencia en las decisiones en torno al BREXIT, sobre todo al estar a dos semanas de llegar a la fecha límite para llegar a un acuerdo.
Otra implicación que consterna demasiado a los norirlandeses es en torno a la ciudadanía. Estos se ven envueltos en un dilema de renunciar a su identidad y aceptar la británica, lo cual rompe con el acuerdo logrado en 1998 por el aquel entonces Primer Ministro, Anthony Blair; el Acuerdo de Viernes Santo o de Belfast. Acuerdo en el cual se dispuso que ambos gobiernos en el artículo 1°, cláusula 6: “...reconocerán el derecho innato de todo pueblo de Irlanda del Norte a identificarse y a ser aceptados como irlandeses o británicos, o ambos a la vez, según ellos mismos elijan y, disfrutando de ambas ciudadanías, la británica y la irlandesa, es aceptada por ambos gobiernos y no se verá afectado por ningún cambio futuro que pudiere haber en el estatus de Irlanda del Norte” (Acuerdo de Viernes Santo, art. 1°, cláusula 6). Por lo que la soberanía que fue previamente explicada desaparece al momento del incumplimiento del acuerdo y actualmente está provocando diversas deportaciones.
Finalmente, considero viable como solución, en cuanto al factor económico, que el Reino Unido importe a precios mundiales que estén por debajo de la tarifa actual establecida por estar dentro de la Unión Europea y ayudaría a capear las condiciones de ajuste inmediato que se producirán. Y aunque se estén llegando a ciertos acuerdos, es importante recordar que Irlanda del Norte votó mayoritariamente por la permanencia en la Unión Europea, por lo que, aunque se llegue a un posible acuerdo, los norirlandeses posiblemente muestren su descontento porque su soberanía no fue tomada en cuenta, ocasionando que el backstop pueda no ser la solución más viable, y llegue a ser esto un retroceso histórico que deteriore las relaciones entre el Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte.
Referencias:
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Begg, B. I. (2018). The UK is heading towards a frightening constitutional crisis over Brexit. de, https://blogs.lse.ac.uk/brexit/2018/10/18/the-uk-is-heading-towards-a-frightening-constitutional-crisis-over-brexit/+
Caira, R., Universidad de Deusto, (2007), El Acuerdo de Viernes Santo y los Derechos Humanos, http://www.deusto-publicaciones.es/deusto/pdfs/cuadernosdcho/cuadernosdcho45.pdf
De Miguel, R. (2019) Los 500 kilómetros de frontera que se han convertido en la pesadilla del Brexit https://elpais.com/internacional/2019/02/08/actualidad/1549648963_386871.html
Gannon, C. (2019). Home Office 'flouting' the Good Friday Agreement - The Irish World., de http://www.theirishworld.com/home-office-flouting-good-friday-agreement/
Phelan, S. (2019, 23 enero). Warning Brexit will make Irish passport holders in the North 'second class citizens'., de https://www.independent.ie/business/brexit/warning-brexit-will-make-irish-passport-holders-in-the-north-second-class-citizens-37742404.html+
Sobaca Limited. (2010). Achieve More with Pareto’s Law. [Luton]: Andrews UK. Retrieved from http://search.ebscohost.com/login.aspx?direct=true&db=e000xww&AN=409914&site=ehost-live
Waltz, K. (1988). The Origins of War in Neorealist Theory. The Journal of Interdisciplinary History, 18(4), 615-628. doi:10.2307/204817Copy, http://users.metu.edu.tr/utuba/Waltz.pdf
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